Como muchas otras aficionadas al punto de cruz de todo el mundo, mi madre me enseñó a hacer punto de cruz cuando era pequeña. Aunque me gustaba, no solía encontrar diseños que realmente me gustaran.

Con el tiempo, acabé dibujando mis propios diseños sobre la tela y bordándolos después. Pronto pensé: "¿Por qué no compartir mis diseños con otras entuasiastas del punto de cruz?".

Todos mis patrones están hechos a mano y con mucho amor. Me inspiro en cosas que me gustan, como la literatura, la comida y la música. Cada diseño empieza de forma diferente: a veces con una paleta de colores, otras esbozando una composición. A partir de ahí, refino los detalles, asegurándome de que el diseño sea visualmente agradable y eficiente en el uso del hilo.

Los diseños más sencillos suelen llevarme al menos dos días, mientras que las creaciones más complejas pueden llevarme meses. Soy muy rigurosa con el resultado final y nunca publico un diseño que no me guste de verdad.